Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos hacéis los padres que tenéis niños con dislalias. Pero antes de explicar cómo puede afectar que un niño “hable mal” a la lectoescritura y daros algunas ideas y pautas para trabajar en casa, vamos a explicar brevemente que es una dislalia y como es el proceso de inicio en la lectoescritura.
Una dislalia es un trastorno en la articulación de los fonemas, es decir, la incapacidad para pronunciar ciertos fonemas o grupos de fonemas. Existen diferentes tipos de dislalias como son la: dislalia evolutiva o fisiológica, que es aquella que aparece en edades tempranas y son propias del desarrollo evolutivo del niño, dislalia audiógena, donde los problemas de articulación se deben a un problema de déficit auditivo, dislalia orgánica, en la cual, la incapacidad de pronunciar ciertos fonemas, es causado por la existencia de lesiones o malformaciones anatómico-patológicas en alguno o algunos de los órganos implicados en el habla y por último la dislalia funcional, dentro de la dislalia funcional se pueden producir: trastornos fonéticos, que tiene que ver con la alteración en la producción de los fonemas y la dificultad se encuentra en el aspecto motriz y no en la percepción y discriminación auditiva y trastornos fonológicos, donde la alteración se produce a nivel organizativo y perceptivo.
Escribir es representar mediante signos gráficos nuestro lenguaje, y para ello, los niños pasan por una serie de etapas o hipótesis que explicamos a continuación.
- Hipótesis presilábica. En esta etapa existen varios niveles, entre los cuales se puede observar, como el niño es capaz de diferenciar letras y números y los números de otro tipo de dibujos, imitar trazados en manuscrito sin linealidad, orientación ni control de cantidad. Después comienzan a escribir letras una a continuación de otra y el tamaño de la palabra es proporcional al tamaño del objeto, por último, comienzan a reordenar los elementos para crear nuevas palabras, siguiendo los principios de la cantidad y la variedad. En este último nivel predomina el interés por escribir en mayúscula y surge la correspondencia entre el lenguaje hablado y el escrito.
- Hipótesis silábica. En la cual, cada letra tiene el valor de una sílaba.
P O
Pa to
- Hipótesis silábicaalfabética, es una etapa de transición en la que se utilizan las dos hipótesis en la escritura, algunas letras tienen el valor silábicosonoro y otras no.
IOE U CAAELO
Quiero un caramelo
- Hipótesis alfabética. Esta etapa, no es el punto final del proceso de le escritura y la lectura ya que el niño se enfrentará a otras como son la separación de palabras y la ortografía, pero si es la etapa más importante ya que en esta etapa cada letra tiene un valor sonoro.
A partir de la segunda etapa, cuando los niños comienzan a relacionar los sonidos y los signos gráficos o lo que es los mismo, la correspondencia fonema-grafema, los fonemas que omita, sustituya, inserte o distorsione puede que se vean reflejados gráficamente a la hora de escribir ya que para la conversión grafema-fonema, el componente fonético-fonológico del lenguaje es el más importante. En el siguiente enlace os dejamos una tabla en la cual se indican las edades en las que los niños deberían ir adquiriendo los fonemas.
https://riverderivas.es/logopedia/retrasos-fonologicos-foneticos-articulacion
Una vez que el niño es capaz de separar los sonidos del habla, tiene que conocer cómo se representan gráficamente, asociando cada sonido a un signo gráfico. Los fracasos en esta etapa suelen producirse por la confusión de algunos fonemas, pero si además el niño presenta dificultades en la producción de un fonema, este problema puede agravarse aún más. Por ejemplo, si un niño cambia el sonido /k/ por /t/ no va a encontrar diferencias entre las palabras que contienen /k/ y las palabras que contiene /t/ por lo que resultará más difícil la conversión fonema-grafema. El niño tiene asociado el sonido a un grafema, por lo tanto, si el niño dice “tasa” en vez de “casa” y comienza aislando y escribiendo los sonidos que emite, escribirá “tasa” en vez de “casa”.
Como consecuencia de la no intervención en las dificultades del habla en niños que se encuentran en proceso inicial de la lectura y escritura, nos encontramos problemas, no solo en la consolidación de la lectoescritura que son la base para el desarrollo educativo, sino también en el aspecto personal, social e intelectual del niño. Todo esto puede ser solventado con una intervención temprana para mejorar su bienestar, crecimiento personal y su motivación para descubrir la lectoescritura. Para ello es recomendable prestar especial atención al habla del niño y darle la importancia que se merece al desarrollo normotípico que explicábamos en el enlace anterior así como reforzar las habilidades metalingüísticas, que son la base para analizar los componentes y la estructura de la lengua.