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empezar a hablar

Los padres sois especialistas en vuestros hijos, sabéis lo que les gusta y lo que no, lo que quieren y necesitan, e incluso muchas veces sabéis lo que van a hacer antes de que lo hagan. 
Por eso cuando el desarrollo del lenguaje no está siendo normal, también tenéis la intuición de que está pasando algo. Cuando esto ocurre normalmente se pregunta al pediatra, amigos de la familia, familiares cercanos… y la respuesta que recibís frecuentemente es… “NO TE PREOCUPES, YA HABLARÁ”. 
Ante este consejo aparentemente “tranquilizador” os encontráis ante dos líneas de actuación:

  • Esperar 
  • Consular a un profesional del lenguaje (Logopeda). 

Si se decide esperar, estaremos perdiendo un tiempo valioso en la estimulación del lenguaje y en el asesoramiento familiar. Ahora imaginemos ante esta misma situación pero en otra área del desarrollo, por ejemplo el área motora, es decir, el niño tiene 18 meses y no anda ¿también habría personas cercanas o profesionales que aconsejarían esperar?, lo más probable es que no.

Cuando se decide consultar a un logopeda, es necesario saber que algunas de las competencias de este profesional es prevenir y asesorar a las familias. Si no existen señales de alarma nos lo hará saber. También nos hablará de la derivación temprana, de los trastornos del lenguaje, de los hitos del desarrollo y las señales de alerta. 

Es muy importante distinguir entre preocupación y ocupación. No es positivo “pre-ocuparse”, es decir, ocuparse de algo antes de que ocurra, pero es importante tener información sobre el desarrollo normativo (por parte de profesionales cualificados) para saber cómo y cuándo ocuparse.
Es cierto que existe un porcentaje de niños y niñas que desarrollan el lenguaje un poco más tarde de lo marcado por los hitos del desarrollo, pero terminan igualándose a su grupo normativo de edad, es lo que se denomina como “hablantes tardíos”, sin embargo, también existe un porcentaje de niños que manifiestan dificultes significativas en el desarrollo del lenguaje que no terminan igualándose con los niños de su edad, afectando por tanto a las áreas del desarrollo. 
El Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL)  se trata de un trastorno grave y persistente que afecta a la adquisición del lenguaje desde sus inicios, que dura en la infancia y la adolescencia, pudiendo dejar secuelas significativas en la edad adulta. 
El Trastorno Especifico del Lenguaje (TEL) es todavía un trastorno poco conocido por la población en general, como lo denomina Elvira Mendoza se trata de un “trastorno invisible”, pero no por eso es leve. El lenguaje forma parte de nuestro aprendizaje en general y de nuestra manera de comunicarnos con la sociedad. La detección temprana es una de las mayores claves de la eficacia del tratamiento. Cuando un/a niño/a tiene dificultad en la comprensión a los 18/24 meses es casi siempre un indicador de algún trastorno, sea de lenguaje o de otro aspecto del desarrollo. Así como si un niño que tiene dificultad en la expresión verbal a los 24 meses o palabras muy limitadas. También tenemos que estar pendiente de los/las niños/as que tiene un habla ininteligible a los 36 meses.
Si decidimos esperar, ¿a quién perjudicaríamos? ¿al niño con dificultades o aquellos que se terminaran igualando con su grupo normativo?

En los trastornos del lenguaje la detección e intervención temprana es prioritaria. Es por eso que queremos invitaros a realizar una reflexión sobre la derivación temprana. 
Un siete por ciento de los niños presentan un trastorno del lenguaje, y la espera no es una solución. También es necesario tener en cuenta la importancia de la plasticidad cerebral en edades tempranas, que hacen posible un mejor pronóstico en trastornos del lenguaje y el refuerzo al que se ven expuestos.
Cuando los niños empiezan a decir las primeras palabras, el refuerzo social que reciben es enorme, esto hace que la estimulación por parte del entorno sea muy grande, esto explicaría la enorme actividad lingüística que tienen los niños a partir de los 2 años. Ocurre lo contrario con los niños que tienen menos capacidad lingüística, la estimulación en muchos casos es menor, o a menudo inadecuada. Es por eso que se considera tan importante una intervención global y temprana qué tenga en cuenta la intervención con las familias también. 

A continuación reflejamos los principales hitos del desarrollo del lenguaje y signos de alerta según la edad, para facilitar la tarea de ocuparnos dando información.

empezar a hablar

Por último, queremos aclarar unas de las cuestiones más comentadas en sesiones de logopedia, como son: “¿mi hijo no habla porque le doy todo?”, “no habla porque es un poco vago…”,“no le apetece pronunciar bien… “

Pues bien “no hay niños vagos para hablar” porque si esto fuera así, los niños que hablan bien ¿serían trabajadores?, claro que no existen niños trabadores en el lenguaje. La capacidad de desarrollar el lenguaje es innata, es decir, estamos predestinados a desarrollar lenguaje, cuando esto no ocurre, algo pasa. Es muy importante quitar culpabilidad, tanto al niño como a los padres. 

 

 

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