MUTISMO
El mutismo selectivo se engloba dentro de los trastornos de ansiedad y se observa cuando existen expectativas por hablar, pero el niño/a no lo consigue en determinadas situaciones, contextos o ante la presencia de personas específicas. Sin embargo,  en los contextos en los que el niño/a se siente cómodo su comportamiento es adecuado.
Es muy importante tener en cuenta que no es que el niño no quiera hablar, es que siente que no puede, muchos pacientes lo definen como si se sintieran congelados. 
El hecho de no poder hablar, solo es el síntoma que se ve, el pico del iceberg, pero el bloqueo que ellos sufren es más que eso. El mutismo selectivo causa un malestar significativo que dificulta el día a día del niño/a (esta es la principal diferencia con la timidez), y puede cursar con dificultades en lenguaje no verbal y contacto ocular.
¿Cómo podemos ayudar desde casa?
Los aspectos prioritarios que podemos trabajar desde casa se resumen en:
-    Reducir la presión que se ejerce sobre el niño
-    No castigar el mutismo
-    Evitar usar etiquetas (eres tímido)
-    Evitar la sobreprotección
-    Dar apoyo 
-    Hacer equipo con éldiciéndole que le vamos a ayudar a superar su miedo
-    Empatizar con él.
-    Reforzar de forma positiva sus logros. 
-    Controlar nuestras reacciones ante el niño. Será importante no mostrar preocupación, enfado o agobio y tener especial cuidado con nuestro lenguaje no verbal.
Si se observan síntomas de mutismo selectivo durante más de un mes (sin asociarlo a una situación de adaptación, por ejemplo, el primer mes de colegio) y el malestar que observamos en nuestro hijo es significativo, es necesario pedir ayuda profesional y acudir a un psicólogo. 
La detección precoz y la intervención son especialmente importantes para que no se complejice el trastorno y evitar que se refuercen conductas de evitación, etiquetaciones negativas o expectativas negativas.
Por último, es importante eliminar los mitos que existen alrededor del mutismo,ya que desafortunadamente en la actualidad siguen existiendo ideas pasadas y falsas que hacen mucho daño a las familias y les dificulta la petición de ayuda. No existe ninguna prueba de que el mutismo selectivo esté relacionado con abusos, negligencia o algún trauma.