El Trastorno Antisocial de la Personalidad (TPA) se caracteriza por un patrón de larga duración de vulneración de los derechos de las personas, manipulación y conductas delictivas.

Los síntomas característicos de este trastorno de personalidad son:

  • Conductas repetidas relacionadas con el incumplimiento de normas y leyes. No suelen mostrarse conformes con las normas sociales que se establecen y quebrantan la ley de forma habitual. Lo más característico dentro de este síntoma, no es el acto particular que se realiza, sino su interpretación e indiferencia ante las consecuencias.
  • Mentir, engañar, manipular y/o estafarde forma sistemática para conseguir un beneficio personal. Como consecuencia sus relaciones con deficientes o abusivas.
  • Ausencia de culpa o remordimiento. Las personas con TPA suelen sentirse seguros de sí mismos, tienen una auto-valoración muy alta y se muestran arrogantes y superficiales. Además tienen incapacidad para sentir empatía hacia los demás y se muestran insensibles a los sentimientos, derechos y sufrimiento de las otras personas.
  • Impulsividad, agresividad e irritabilidad. Hay episodios frecuentes de agresiones físicas y verbales y muestran dificultad para planificar y anticipar consecuencias a largo plazo
  • Irresponsabilidad continuada, lo que imposibilita que cumpla obligaciones laborales, familiares, económicas o sociales.  
  • Indiferencia o falta de preocupación por su seguridad o por la de otras personas

El TPA provoca un deterioro significativo de la vida de la persona que lo padece presentando dificultades graves en las relaciones sociales y problemas repetidos con la justicia. Además suelen presentar problemas asociados como el abuso de sustancias.

A pesar de la gravedad y la persistencia del trastorno, un alto porcentaje de personas con TPA no buscan tratamiento, normalmente la intervención se realiza porimposición de algún familiar o por vía judicial tras cometer un delito.