La característica más significativa del trastorno de personalidad esquizoide es la baja expresividad emocional y la falta de relaciones interpersonales y la indiferencia en establecerlas. 
Suelen ser personas solitarias que evitan actividades sociales, no tienen contacto con los demás y no obtienen disfrute de las escasas relaciones que establecen.

Los síntomas principales que se engloban dentro de este trastorno son:

  • Ninguna (o poca) satisfacción al establecer relaciones. No tiene amigos íntimos, sus relaciones suelen restringirse a sus familiares directos. Además la forma que tienen de interactuar suele provocar rechazo social, las personas tienden a evitarlos, y  ello tiene como consecuencia que no se expongan y no desarrollen habilidades sociales.
  • Evita actividades colectivas, suele realizar actividades solitarias y no muestra disfrute en ellas.
  • Desinterés en tener relaciones sexuales.
  • Tiende a ignorar su entorno, incluyendo refuerzos o críticas que realizan los demás
  • No suele tener cambios en su estado de ánimo, independientemente de los sucesos externos que experimente. Es decir, la afectividad suele ser plana.
  • En su vida laboral, suelen elegir trabajos individuales que no requieran contacto con el público.

Al tratarse de un trastorno de personalidad, las características suelen estar presentes de forma permanente en su vida. Un alto porcentaje de personas con trastorno de personalidad esquizoide han vivido experiencias tempranas de rechazo y/o abuso y han generado la idea de que son diferentes al resto y que las interacciones sociales son difíciles. A través de los años se refuerzan estas ideas desadaptativas y aparecen los síntomas que hemos descrito anteriormente.