Las personas con trastorno obsesivo- compulsivo de la personalidad se caracterizan por tener un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo así como el control mental e interpersonal.
Las características principales de este trastorno son:
- Son personas rígidas, perfeccionistas, dogmáticos, rumiadores, moralistas, inflexibles, indecisos, hiperresponsables, hipercontroladores y con un bloqueo emocional y cognitivo.
- Su patrón de comportamiento está guiado por normas muy estrictas y rígidas. Tienen una conducta meticulosa, detallista, minuciosa y metódica. Son muy observadores.
- Tienen un elevado control interno y externo. Necesitan tener un control exagerado de todo lo que le rodea, especialmente sus sentimientos. Para ellos el descontrol es peligroso.
- Su principal distorsión cognitiva son los deberías: debo, debes, tengo, tienes… también el “pensamiento dicotómico” de o todo o nada.
- Tienen un perfil perfeccionista y dentro de este perfil existen dos tipos de sujetos perfeccionistas: los que nunca quedan satisfechos con el trabajo realizado porque piensan que siempre podría ser mejor, o aquellos que prefieren no intentarlo por miedo al fracaso de que no les quede perfecto.
- El primer tipo de sujetos con perfeccionismo utilizan conductas de comprobación relacionadas con su elevado perfeccionismo, es decir, comprueban para no equivocarse aunque nunca quedan satisfechos con la tarea realizada ya que piensan que se podría hacer más perfecta. Dedican excesivo tiempo a la realización de tareas periféricas y suelen perder cuál es el objetivo real, por lo que pueden llegar a retrasarse en su realización. A pesar de ello, son muy ordenados y sistemáticos.
- El segundo tipo, prefiere dejar la tarea si piensa que puede fracasar al no conseguir sus elevadas expectativas autoimpuestas por él mismo.
- En ambos casos aparecen muchos sentimientos de culpabilidad.
- Son personas que no disfrutan ya que todo lo que hacen lo consideran una obligación ya que están más pendientes de conseguir el objetivo que de disfrutar el proceso.
- Al contrario del trastorno obsesivo compulsivo, no suelen presentar ni obsesiones ni compulsiones.