La terapia de pareja se realiza cuando en una relación aparecen problemas de distinta índole. A las sesión acuden los dos miembros de la pareja (según los objetivos de la intervención podrá acudir uno solo) y un psicólogo que les ayudará y guiará en la consecución del bienestar de ambos.

Los motivos más frecuentes por los que se suele acudir a terapia de pareja son:

Infidelidad

Una de las partes se ha enterado de una infidelidad por parte del otro miembro y ambos han decidido pedir ayuda para buscar las estrategias para perdonar y poder superar esa situación juntos.

Celos

Uno de los miembros siente desconfianza sobre lo que el otro miembro hace, dice o con quién está. Esto desencadena conductas de comprobación como revisar el móvil o realizar constantes preguntas incómodas al otro miembro. La persona que siente celos sufre con intensidad debido a su baja autoestima e inseguridad y el otro miembro sufre por la sensación de asfixia que siente y por el malestar que siente su pareja.

Rutina en la relación

Aquellas parejas que debido al exceso de trabajo, responsabilidades y compromiso se olvidan de priorizar el tiempo de calidad con su pareja en el que compartir aficiones, risas o inquietudes.

Dificultades en la expresión de desacuerdos como discusiones con faltas de respeto

La falta de estrategias de comunicación por parte de uno o ambos miembros de la pareja desemboca en discusiones muy intensas con faltas de respeto, posibles amenazas e incluso la agresión física.

Problemas en las habilidades de comunicación en la pareja

Se produce un distanciamiento en la pareja que ya no habla de cómo se sienten o qué cosas les gustan o les molestan de su pareja. Los temas de conversación se refieren únicamente a temas rutinarios como el trabajo o los hijos. Las parejas también pueden utilizar estrategias como el sarcasmo o la ironía para expresar cómo se sienten, lo cual puede ser percibido como algo agresivo por partedel otro miembro.

Dificultades en la relación por no poder tener hijos de forma natural

Las distintas formas de afrontar esta situación, distintas creencias religiosas o ideológicas pueden desembocar en un conflicto y un distanciamiento en la pareja.

Problemas con la familia de origen de alguno de los miembros

Estos problemas aparecen cuando uno de los miembros de la pareja tiene frecuentes conflictos con la familia de origen del otro miembro de la pareja. Se genera un gran malestar en la pareja ya que el miembro que ha tenido el conflicto suele no sentirse prioritario en la vida de su pareja y el otro miembro puede encontrarse en una situación en la que no tenga estrategias adaptativas para su resolución.

Reestructuración de la pareja por independencia de los hijos

Algunas parejas están centradas en el cuidado y la educación de sus hijos olvidándose de cuidar también la pareja lo que conlleva un claro distanciamiento entre ellos, y cuando estos hijos crecen y ya no requieren de tanta atención por parte de los padres, la pareja se encuentra distanciada y no saben cómo volver a acercarse.

Dificultades de asertividad en uno de los miembros en la pareja

Debido a las dificultades por parte de uno de los miembros de la pareja en la expresión de sus necesidades y preferencias, acaba adaptando un papel de sumiso. Este miembro acepta lo que el  otro miembro quiere para evitar el conflicto o para no generarle malestar. Esto genera una sensación de culpa e incompetencia en este miembro, y es agotador para el otro miembro, ya que no ve iniciativa por parte de su pareja.

Temas pendientes que se quedaron sin resolver o sin hablar y que afectan a la pareja en la actualidad

Discusiones o situaciones que ocurrieron en el pasado pero que no se arreglaron o ni siquiera se hablaron y uno de los miembros no ha podido dejarlo atrás y aparece como tema recurrente en todas las discusiones.

Uno de los miembros se siente “asfixiado”

Uno de los miembros se siente agobiado por la conducta de la otra persona y aunque quiere continuar con esa persona no sabe cómo expresar lo que le está ocurriendo o no sabe cómo ayudar a su pareja para que no sientan ninguno ese malestar.

Incompatibilidad en las estrategias para afrontar la muerte de un hijo

En ocasiones las estrategias de cada miembro de la pareja para afrontar y superar la muerte de un hijo son incompatibles por lo que ninguno de los dos miembros encuentra el apoyo en el otro y esto puede desencadenar discusiones, distanciamiento e incluso la separación.

Creencias negativas sobre uno mismo en la pareja o sobre la pareja

Estas creencias negativas y, en ocasiones, idealistas o erróneas, pueden generar malestar y discusiones dentro de la pareja debido a la frustración ocasionada por el no cumplimiento de las elevadas expectativas de esas creencias.