El trastorno por atracón es otro de los tipos de trastornos de la conducta alimentaria y de la ingestión de alimentos caracterizado por episodios recurrentes de atracones, considerando como atracón el consumo rápido (unas dos horas) de una cantidad grande de alimentos acompañado de la sensación de pérdida de control. Se diferencia de la bulimia nerviosa en que estos episodios de ingesta no aparecen seguidos de conductas compensatorias.
Este trastorno se caracteriza por:
- Episodios frecuentes de atracones
- Sensación de pérdida de control durante los atracones
- Ingestas muy rápidas, a escondidas y sin hambre que suelen ocurrir por la tarde o la noche
- Elevada impulsividad
- Realización sin éxito de dietas hipocalóricas
- Obsesión por el peso y la imagen corporal
- Suele estar relacionado con un estado de ánimo depresivo o ansioso
- Los atracones tiene lugar al menos dos días a la semana durante 6 meses.
La restricción alimentaria y las dietas excesivas provocan la ingesta compulsiva que se añade al componente adictivo de la comida ya que es utilizada como sedante o como mecanismo de evitación y huida de la realidad. Esta ingesta compulsiva está estrechamente relacionada con las emociones, ya sean positivas (buena compañía, premios, diversión…) o negativas (culpa, miedo, soledad, aburrimiento, rabia…) que provocarán esta ingesta compulsiva.
Las personas que tienen este trastorno suelen presentar sobrepeso u obesidad debido a la falta de mecanismos de control de peso.
En su personalidad destacan características como una elevada impulsividad, baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, ánimo fluctuante y falta de asertividad. Aparecen sentimientos de culpa y vergüenza.