En este trastorno de la personalidad existe un patrón generalizado de evitación de relaciones interpersonales, presencia de distorsiones cognitivas o perceptivas, conductas peculiares y exageradas, síntomas psicóticos y un malestar significativo derivado de todo ello.

Las características principales son:

  • Ansiedad ante situaciones sociales, que no se reduce con la familiaridad. No suelen mantener relaciones sociales estrechas y suelen actuar de forma extraña para los demás, lo que ocasiona rechazo social o evitación y una tendencia a encerrarse en sí mismos.
  • Aparecen pensamientos distorsionados, creencias extrañas o pensamiento mágico que no corresponden a la cultura en la que se encuentra el sujeto  e ideas de referencia, es decir, interpretaciones erróneas de sucesos a los que la persona les otorga un significado especial y poco habitual.
  • También se observa ideación paranoide o suspicacia elevada, desconfían de los demás.
  • Experiencias de percepción inusual como por ejemplo ilusiones corporales.
  • Escasez de afectividad.
  • Conducta y forma de hablar extraña o excéntrica. Su apariencia física también suele ser peculiar.

Este trastorno es  similar al trastorno de la personalidad esquizoide, en ambos se evitan las relaciones interpersonales, pero en el trastorno de la personalidad esquizotípico se experimentan además síntomas psicóticos y aparecen conductas excéntricas.