La discalculia es un trastorno en el aprendizaje y adquisición de las habilidades aritméticas, que afectan al rendimiento académico y a todas aquellas actividades que requieren la capacidad para el cálculo y no están causadas por un déficit sensorial. Esta dificultad en los números y en las operaciones elementales hechas con ellos (sumar, restar, multiplicary dividir) se manifiesta con una baja capacidad para entender los números, para el cálculo mental y para el procesamiento matemático. 

Señales de alerta

  • Dificultades con los números y confusión de signos.
  • Dificultad para comprender y recordar reglas, fórmulas o secuencias matemáticas.
  • Pobre conciencia numérica: El niño presenta dificultades a la hora de establecer una correspondencia entre el símbolo numérico y la cantidad que representa.
  • Dificultad para contar para atrás y hacer cálculos aproximados.
  • Falta de agilidad para manejar números grandes o para ubicar un número en una serie.
  • No saber qué operación hay que aplicar para resolver un problema.
  • Errores a la hora de escribir números dictados.
  • Problemas para memorizar las tablas de multiplicar o el dedicar mucho tiempo y esfuerzo para el cálculo mental.
  • Dificultades para llevar las puntuaciones durante el juego.


Diferencias entre discalculia y acalculia

La acalculia, es la dificultad en el aprendizaje de las habilidades matemáticas que  resultan de una lesión cerebral en una persona adulta, mientras que la discalculia es cuando se produce en niños  sin haber lesión cerebral. 

La discalculia no desaparece, pero se reeduca y  la solución a este problema no está en repetir al niño la tarea de clase muchas veces, sino en trabajar las matemáticas con la metodología y el sistema  apropiado para poder aprender todas las competencias básicas que enseña la escuela para manejarse en la vida cotidiana" Antes de diagnosticar, es necesario evaluar otras funciones cognitivas como la memoria, la atención, las capacidades visoperceptivas y visoespaciales y las funciones ejecutivas, además de realizar una evaluación de la capacidad intelectual para ver en qué medida los problemas  en el procesamiento numérico y el cálculo, pueden ser secundarios a una baja capacidad intelectual.